¡Qué canallada!
Rosario Central y Chacarita igualaron en un gol en el comienzo de la cuarta fecha del torneo. Zelaya, sobre el final del primer tiempo, abrió la cuenta para el 'Canalla' y empató Lisandro López, a falta de cinco minutos para el final del compromiso.
Central y Chacarita empataron en el Gigante, en un partido intenso, con dos períodos de características distintas y que en general no tuvo mucha claridad por el despliegue físico que dejó pocos espacios para el manejo de la pelota.
Como era de suponer, la visita planteó el partido sin arriesgar demasiado, peleando mucho en la mitad de cancha y dejando venir a Rosario Central. Iban 8 minutos de juego y el reaparecido Luciano Figueroa estrelló un cabezazo en el travesaño cuando Cejas estaba vencido. Central fue el que más intentó en el primer período, aunque sin producir maniobras claras. Ya en tiempo de descuento, un centro servido por Gómez desde la derecha, tras picar en el área fue conectado de cabeza -en una casi palomita- por Emilio Zelaya, dejando sin posibilidades a Cejas.
La segunda parte fue totalmente distinta. En desventaja, Chacarita adelantó sus líneas, presionó en el medio y tuvo más la pelota. Tratando de mantener la pelota al piso se acercó varias veces al arco de Galìndez, quien tuvo dos intervenciones muy aplaudidas para salvar la caída de su valla.
Central también tuvo alguna llegada, como un poderoso remate de Caraglio que Cejas logró desviar al corner.
Chacarita insistía y Central se defendía como podía, cometiendo infracciones que la visita intentó capitalizar con jugadas preparadas. En una de estas jugadas, ya en el minuto 40, lo dejaron demasiado solo a Lisandro López en el área, quien de cabeza cruzó la pelota al segundo palo, lejos del alcance de Galíndez, decretando el empate que buscó con tanto ahinco.
En los minutos finales no faltaron emociones, como un remate que desde buena posición ensayó Chitzoff, pero la pelota le había quedado para la izquierda, su pierna menos apta, y salió desviada.
Central todavía no encontró su mejor fútbol, aunque tuvo momentos interesantes, en especial en el primer tiempo. Sigue en deuda el pibe Gómez, aunque se haya lucido en la jugada del gol. Fue satisfactorio el retorno de Luciano Figueroa y aceptable lo de Lucas Moya por la izquierda, hasta que se lesionó.
Chacarita, ordenado y con buen trato de pelota, se llevó lo que vino a buscar: un empate que, jugando en Rosario, satisface a cualquier equipo de Buenos Aires.
Central y Chacarita empataron en el Gigante, en un partido intenso, con dos períodos de características distintas y que en general no tuvo mucha claridad por el despliegue físico que dejó pocos espacios para el manejo de la pelota.
Como era de suponer, la visita planteó el partido sin arriesgar demasiado, peleando mucho en la mitad de cancha y dejando venir a Rosario Central. Iban 8 minutos de juego y el reaparecido Luciano Figueroa estrelló un cabezazo en el travesaño cuando Cejas estaba vencido. Central fue el que más intentó en el primer período, aunque sin producir maniobras claras. Ya en tiempo de descuento, un centro servido por Gómez desde la derecha, tras picar en el área fue conectado de cabeza -en una casi palomita- por Emilio Zelaya, dejando sin posibilidades a Cejas.
La segunda parte fue totalmente distinta. En desventaja, Chacarita adelantó sus líneas, presionó en el medio y tuvo más la pelota. Tratando de mantener la pelota al piso se acercó varias veces al arco de Galìndez, quien tuvo dos intervenciones muy aplaudidas para salvar la caída de su valla.
Central también tuvo alguna llegada, como un poderoso remate de Caraglio que Cejas logró desviar al corner.
Chacarita insistía y Central se defendía como podía, cometiendo infracciones que la visita intentó capitalizar con jugadas preparadas. En una de estas jugadas, ya en el minuto 40, lo dejaron demasiado solo a Lisandro López en el área, quien de cabeza cruzó la pelota al segundo palo, lejos del alcance de Galíndez, decretando el empate que buscó con tanto ahinco.
En los minutos finales no faltaron emociones, como un remate que desde buena posición ensayó Chitzoff, pero la pelota le había quedado para la izquierda, su pierna menos apta, y salió desviada.
Central todavía no encontró su mejor fútbol, aunque tuvo momentos interesantes, en especial en el primer tiempo. Sigue en deuda el pibe Gómez, aunque se haya lucido en la jugada del gol. Fue satisfactorio el retorno de Luciano Figueroa y aceptable lo de Lucas Moya por la izquierda, hasta que se lesionó.
Chacarita, ordenado y con buen trato de pelota, se llevó lo que vino a buscar: un empate que, jugando en Rosario, satisface a cualquier equipo de Buenos Aires.
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